miércoles, 31 de octubre de 2012

Cereales

El primer día mordisqueó media galleta sin gluten de Milupa. Parecía gustarle y la asimiló, pero al probar por la noche la leche de continuación 2 ya fue demasiada novedad y se pasó la noche de sobresalto en sobresalto.

Al dia siguiente intentamos una papilla de Blevit sin gluten, espesa que no veas y llena de grumos. No pasamos de la segunda cucharada, y de nuevo gritos y mala digestión. Decidimos empezar por el principio y rebajar la cantidad para darle algo parecido a una sopa de cereales. Fracaso.

Luego pensamos que tal vez mejor en biberón, así que preparamos uno por la noche, pero claro, los cereales obturaban la abertura y fracaso de nuevo. Al día siguiente, armados con un biberón talla L para este efecto, Cat dijo que nanai, que para tí si quieres, e intentamos darle un biberón sólo de leche. Haber empezado por ahí, pareció decir, aunque no pasamos de 30 ml.

Día a día avanzamos hasta los 80 ml, y lo volvimos a intentar con cereales. Fracaso, coronado con una gastroenteritis que ya no sé si es de tanto mejunge porque sólo parecía querer pecho de nuevo (y fruta, que le encanta). Hoy por fin me he decidido a cambiar de marca (lo mejor es enemigo de lo bueno), y los desleídos cereales de Nestlé y su olorcito rico a vainilla han obrado el milagro. Volvimos armados con un plato con 150 ml de papilla densita: las primeras tres cucharadas han sido pelea, pero la papilla no era expulsada, era rabieta ... Tras 5 minutos de contarle que hay que comer de todo (olé su padre) y un poco de palmas palmitas y hacer el ganso de su madre, abrió la boca y entró medio plato sin rechistar.

Luego un baño y ya se estaba durmiendo, un poco de postre y peso pluma camino a la cama. Misión cumplida, mañana más....

lunes, 29 de octubre de 2012

Mes 6 Año 0

Cat sonríe cuando le pones el móvil delante. Se abalanza sobre el netbook, agarra el teléfono y juraría que sabe cuándo colgar y cuándo apagar el manos libres...

Ya ha cambiado de talla de chupete y de calcetines, y aunque hasta ayer hacía cierto calor y podíamos salir de casa con una rebequita y ya, este fin de semana ha traído una hora más acompañada de frío polar y la calefacción que ha venido ya para quedarse. Ya hemos graduado al bebé, este fin de semana en el que hace un año exacto de cuando empezamos a dar la noticia a los más allegados y pasó de ser una idea a una realidad compartida: seremos padres. Hoy somos padres. Padres ya expertos en la etapa bebé, y muertos de miedo y ganas por empezar la nueva etapa de transición de bebé a niño pequeñito...

Tras la tercera ración de vacunas, cada pediatra que ves te dice que tome cereales por la noche (o no), con gluten (o no), patata-judías verdes-zanahoria (o calabaza o calabacin), 30 g de pollo (o 50)... en fin, que hagas lo que te nazca siempre que no sea darle cochinillo asado, chocolate y un vaso de coca-cola!

Y ahí estamos, empezando esta lucha distinta en la que Cat ya se sienta y quiere cosas muy definidas, se carcajea a veces pero ya no sonrie a todo el mundo, aunque sigue detectando rápido cuándo hacerlo. Es un don, que espero no pierda nunca....

martes, 2 de octubre de 2012

Alargando los brazos hacia mamá

Por buena que sea la guardería la temporada de mocos y fiebre ha comenzado. Las lluvias, el frío, los pantalones largos y los calcetines, el marrón tiñendo los antaño verdes arbolitos de la calle. Cat está desconcertado: tras vivir un verano eterno llegan los días en los que no sabes si es de día o de noche y por primera vez alguien le despierta para vestirle, cambiarle o darle de comer, porque es la hora de ir a algún lugar.

Es tiempo de leer sus avances en las páginas de una agenda de tapas amarillas, con comentarios surrealistas y escatológicos, y tal vez más faltas de las deseables, aunque si estamos atentos el tiempo que nos queda podemos descubrir que las perlas las guarda para nosotros si estás mirando: hoy ha alargado sus brazos hacia mí para pedirme que le cogiera, por primera vez, inequívocamente. Hoy ha expresado su primer deseo de preferencia que no es comer, dormir, sentir dolor... Hoy ha elegido extender sus bracitos para pedir algo, y ese algo he sido yo. No puedo describir la belleza de ese momento, de este regalo que no podía venir en mejor momento, porque su madre necesita más que nada sentir que lo hecho bien hecho está, y que ha merecido la pena.

Por cierto, dejo una dirección de un centro estupendo en Barcelona para las pre-parto y todo tipo de actividades post-parto, se puede ir con el bebé y el trato es excepcional:

http://www.llevadonas.es/