Como no podía ser de otra forma, celebramos su cuarto cumplemes en PortAventura. Hay quien nos podría llamar locos, pero con este bichillo se puede hacer cualquier cosa. Una madre con hijo lactante agradece profundamente la cola de "singles" del SHAMBHALA, que me permitió poder probar la atracción sin mucho perjuicio para Cat ni para la tarjeta de crédito... Por cierto, la montaña rusa es una maravilla, la recomiendo encarecidamente a todo el que disfrute esquiando o saltando cambios de rasante con el coche, es como volar...
Tuve la oportunidad de sentarme en el banco justo debajo de la primera caída de Dragon Khan y de Shambhala, que van paralelas, y claramente los gritos eran bastante más acusados en el monstruo rojo, y tras montarme en ambas de nuevo confirmo que es así: aunque la altura es mayor en la nueva atracción, la sensación del Khan sigue siendo la estrella del parque para quienes amen las sensaciones extremas.
Aunque habrá que esperar un poco para que el peque pueda montarse en algo (ni en Sésamo Aventura se puede subir en casi nada hasta que mida 1:10, y eso son 5 o 6 años mínimo....) yo diría que lo disfrutó por lo menos lo mismo que nosotros.
Tras eso le pusimos la segunda ración de vacunas, que le dieron algo de fiebre, esta vez sí, pero que con un par de dosis de apiretal quedó solucionado, y lo pasamos a la cuna grande, dónde los muelles le han animado a aprender a darse la vuelta y mi perseverante bebé pretende alcanzar la perfección en ésto como en todo. Ahora sólo falta que aprenda a volver a ponerse cara arriba él solito.... ¡al menos por la noche!
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